Introducción
El aula es un entorno dinámico, que reúne a estudiantes de diferentes orígenes con diversas habilidades y personalidades. Por lo tanto, ser un maestro eficaz requiere la implementación de estrategias de enseñanza creativas e innovadoras para satisfacer las necesidades individuales de los estudiantes. Con los conocimientos obtenidos de la didáctica contemporánea somos capaces de delinear cuidadosamente una planificación del proceso de enseñanza-aprendizaje idóneo.
Para tener el método de enseñanza más
adecuado debemos fijarnos en toda la didáctica. Reconocer los momentos
didácticos es reconocer las necesidades educativas del alumno y encontrar las
mejores prácticas pedagógicas que puedan satisfacer esas necesidades. Del
mismo modo, como docentes debemos ser conscientes de los diferentes tipos de
aprendizaje para poder orientarnos a todo tipo de alumnos en el aula. Tener
este conocimiento nos permite ser más conscientes del impacto que las
diferentes actividades y estrategias pedagógicas tienen en los estudiantes.
Además,
ser consciente de los 6 elementos didácticos y hacerlos ideales para los
estudiantes crea un mejor ambiente de aprendizaje y mejora la efectividad de la
enseñanza aprendizaje. Para crear el mejor plan de enseñanza aprendizaje
hay que considerar cuidadosamente todos los temas que hemos discutido en este
blog y ajustar siempre las estrategias de acuerdo con los estudiantes.
Su
propósito radica en formar personas con capacidad para detectar problemas de su
realidad, analizarlas y actuar sobre ellas; por tanto, contribuir positiva y
eficazmente en su sociedad, de forma participativa. Por lo que el aprendizaje
se concibe como productivo, esto es, que el estudiante sea capaz de analizar su
contexto social, desarrollar ideas al respecto, y resolver los problemas que se
presenten en su vida social.
consideramos
que en la educación formal los alumnos se someten a dos tipos de procesos:
Informativo, por el que acceden, en forma sistemática, al conjunto de conocimientos que se delimitaron previamente en la organización curricular.
Formativo, mediante el cual los alumnos aplican ese conjunto de conocimientos, que han sido adquiridos, para tomar decisiones en el análisis de la realidad, decidir alternativas para resolver problemas derivados de ese análisis y actuar en consecuencia.
Al diseñar sus propuestas el profesor selecciona información de un saber específico y, al ordenarla, construye objetos de conocimiento al tomar contenidos para armar un programa particular; en donde, al realizar su tarea docente, no hace un traspaso directo del saber científico; sino que, a su vez el sujeto que aprende selecciona e integra de entre esos contenidos, sus propios objetos de conocimiento. Por lo tanto, al diseñar una propuesta de enseñanza-aprendizaje, no basta esperar que siempre exista una correspondencia entre los objetos de aprendizaje enseñados y los aprendidos, convirtiéndose en el único parámetro para entender los procesos de construcción del conocimiento por los estudiantes.
En su lugar, tendríamos que conocer y analizar
los objetos de conocimiento que son elaborados por los estudiantes en su
proceso de aprendizaje, lo que supone una aproximación diferencial a la
creencia muy arraigada en la enseñanza sobre los objetos de conocimiento, que
considera que la información acumulada en un determinada ciencia o profesión
presenta un orden que no se puede modificar, lo que lleva a pensar que la
articulación entre conceptos en los saberes, sólo tiene una forma para toda la
comunidad de conocimiento
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